viernes, 10 de junio de 2011

NO + TV = Boicot Ciudadano al Duopolio y las televisoras Conexas - Punto 6 del Pacto Nacional por la Paz

¡Cuánto se ha hablado en México del tremendo daño que nos ha causado el duopolio televisivo y las televisoras conexas, con sus mentiras, manipulaciones y antivalores!


CON LA TV QUE HAY AHORA EN MÉXICO SERÁ IMPOSIBLE RECONSTRUIR EL TEJIDO SOCIAL.


Pero como los gobiernos, los políticos y los patrocinadores se han coludido con ellas, en vez de regularlas y dirigirlas a servir al interés público por encima de sus mezquinos intereses privados, y jamás se atreverían a contradecirlas y menos a que demuestren verdadera responsabilidad social, por eso, ha llegado la hora de que la ciudadanía les pase la factura.

El PLAN para el BOICOT es sencillo, pero requiere de voluntad y determinación de los ciudadanos. Estos son los 7 pasos a dar:

1.  A partir del 10 de junio de 2011, cada día más personas iremos dejando de ver los canales del duopolio televisivo y sus televisoras conexas, y contagiando a todas y a todos, resistiendo durante el tiempo necesario. Si alguien te pregunta o te hace una encuesta, di que en tu casa NADIE ve los canales de Televisa, TV Azteca y Conexas. No permitas que instalen a tu televisor, teléfono ni a ningún otro aparato o instalación de tu casa, esos artefactos que se supone miden el raiting, o aquellos que sirven para contratar programas por cable o por antena, y que así vigilan tus hábitos privados y los de tu familia como consumidores de televisión.

2.  Cuando muchos nos estemos sumando, solidarizando, los raitings caerán y se mantendrán por los suelos.

3.  Los anunciantes irán retirando su publicidad. Y los políticos se pondrán a temblar porque no sabrán qué hacer para sus inútiles campañas.

4.  Las televisoras del duopolio y conexas dejarán de tener ingresos.

5.  Consumirán su capital para resistir.

6.  Y tendrán que declararse en quiebra o antes cambiar.

7 Surgirán nuevas propuestas de programas y de televisoras con mayor responsabilidad social que satisfagan a una ciudadanía que ha decidido despertar y exigir.


DEMOSTREMOS YA
QUE LOS MEXICANOS PODEMOS GANARLE
A NUESTRO VICIO DE VER PÉSIMA TELEVISIÓN.

LA APAGAREMOS EL MÁXIMO TIEMPO POSIBLE,
DISFRUTANDO DE OTRAS ACTIVIDADES VITALES.

POR NUESTROS HIJOS, POR TODOS LOS MEXICANOS
Y POR LA RECUPERACIÓN DE LOS VALORES
QUE EN MÉXICO SE ESTÁN MURIENDO.

Reflexionemos en el poder de decisión que este boicot devolverá a los ciudadanos.

Pongamos a prueba qué tan solidarios o comodinos somos.

¡VIVAMOS ESTO Y COMUNIQUÉMOSLO!


TESTIMONIO CON CARMEN ARISTEGUI  - 120 segs.



VIDEOCLIP CON SODA STEREO Y LOS SIMPSONS - 90 segs.



VIDOCLIP DEL "FUA" EN NO + TV





VERSIÓN "2" DEL CINEMINUTO - 60 segs.
 

VERSIÓN 30 segs DEL CINEMINUTO


NO + TV  /  MANIPULACIÓN 1



NO + TV = NO + COCA COLA =
NO MÁS TELEVISA, TV AZTECA Y CONEXAS


NIÑA VS. TV - Minimetraje infantil en animación



CALDERÓN: EL QUE NO QUIERA VER FANTASMAS
QUE NO SALGA DE NOCHE





JAVIER SOLÓRZANO:  CALDERÓN DEFIENDE
EL MONOPOLIO DE LA TELEVISIÓN


TELEVISA AMENAZA
AL PERIODISTA INDEPENDIENTE
LUIS CÁRDENAS LÓPEZ
DIR. GRAL. DE NOTICIAS DIGITAL




(Este no es un boicot auspiciado por el Sr. Carlos Slim, ni por su socio Salinas, para combatir a Televisa y a TV Azteca. Aquellos saben que mantener los precios tan altos en los servicios de telefonía e interconexión, y sobre todo el seguir enriqueciéndose tan bestialmente a costa de empobrecer cada día más a los mexicanos, los hacen blancos ineludibles para el próximo boicot ciudadano y hasta para el juicio político, sin importar que el presidente Calderón no haya tenido los tamaños para aceptar la cabeza del expresidente Salinas que su exjefe De La Madrid, también expresidente, le ofreció en bandeja de plata... Esas son las cosas que demuestran las complicidades entre los socios del "Holding México", y muy a pesar de lo que diga el periodista Jacobo Zabludovsy que hace todavía sus esfuercitos por deslindar al señor Slim y hacerlo parecer como un hombre comprometido con las izquierdas del mundo, bla, bla, bla)...

ANTICOMERCIAL CANINO SI + TV  -  40 segs.



NO + TV = Boicot de CORAZONES INCENDIADOS

por Javier OTK

En Ciudad Juárez, el 10 de junio de 2011, Julián Lebarón aseguró que “a partir de este momento comienza la construcción de un nuevo México. Es una tarea gigantesca, pero es alcanzable si hacemos lo que nos propone Javier Sicilia: hacer que el amor nos reconstruya. Queremos incendiar los corazones. El amor es la solución. El amor no es débil”, aseguró al exhortar a todos y a todas a participar en la resistencia ciudadana, a fin de transformar el país.

Javier Sicilia dijo que el Pacto Nacional abre un espacio de discusión para impulsar una nueva postura de participación ciudadana, mediante acciones de desobediencia pacífica, resistencia civil y boicots.
El punto 6 del Pacto Nacional exige que los medios de comunicación sean democratizados; pero como eso jamás será apoyado por el gobierno de Calderón y mucho menos por los propietarios de los medios, varias células ciudadanas han comenzado a organizarse para invitar al Boicot NO + TV de la del duopolio televisivo y las televisoras conexas que no demuestren alta responsabilidad social. Porque la desinformación, la manipulación y la violencia del terror no deben seguir siendo armas de sometimiento de la sociedad por parte del Estado mediático y partidocrático.

Y, si queremos construir un nuevo México, tendremos que incendiar los corazones de esperanza durante esta lucha.

Javier Sicilia encendió la chispa al citar al poeta griego Constantino Cavafis y su poema Ítaca:



“Cuando salgas en el viaje, hacia Ítaca
desea que el camino sea largo,
pleno de aventuras, pleno de conocimientos.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al irritado Poseidón no temas,
tales cosas en tu ruta nunca hallarás,
si elevado se mantiene tu pensamiento si una selecta
emoción tu espíritu y tu cuerpo embarga (…)
Siempre en tu pensamiento ten a Ítaca.
Llegar hasta allí es tu destino.”

jueves, 9 de junio de 2011

INTERESANTÍSIMOS DOCUMENTALES ACERCA DE LA MANIPULACIÓN

TELETIRANÍA: la dictadura de la televisión en México

Versión actualizada del documental “Teledictadura”



NEUROCIENCIA Y NEUROMARKETING
En busca de la Conciencia
Comentado por el Dr. Néstor P. Braidot



LAVADO DE CEREBRO (5/5 partes)


Fascinante documental de neurociencia sobre el lavado de cerebro, dirigido por Eduard Punset.













MANIPULAR EL CEREBRO (3/3 partes)


Hablando sobre el órgano que más incide en nuestra forma de ser: el cerebro. Ahora sabemos que los circuitos electroquímicos que configuran nuestra mente no son inmutables, el entorno moldea continuamente el entramado de neuronas. Los retos de la neurociencia apuntan a aprovechar esa plasticidad, y encontrar los estímulos adecuados para tratar o incluso perfeccionar el funcionamiento del cerebro humano.

Eduard Punset descubre, junto a Álvaro Pascual-Leone, neurólogo del Harvard Medical School, el funcionamiento de la estimulación magnética transcraneal, un método para modificar la actividad de las vías neurales sin la administración de fármacos ni la utilización de cirugía.Si se puede alterar determinados circuitos neuronales, ¿se podrá también llegar a modificar el comportamiento o mejorar nuestras habilidades mentales? ¿Es posible manipular el cerebro para modificar nuestra forma de ser o acabar de una vez por todas con las enfermedades mentales? En esta primera emisión de la nueva temporada de redes lo investigaremos a fondo.








EL MIEDO EN EL CUERPO - JESÚS QUINTERO  (1/1)



DESPUÉS DE INDIGNARTE, ¡REACCIONA!  (1/1)



A continuación, magnífico ejemplo de manipulación mediática. Lo perverso del anuncio es que te venden el chip sólo con razones "positivas", ocultándote la verdad, pues el objetivo del chip es controlar la vida total de los individuos.



miércoles, 8 de junio de 2011

LAS 10 ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN MEDIÁTICA - NOAM CHOMSKY

1. La estrategia de la distracción

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética.

“Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto 'Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones

Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.


3. La estrategia de la gradualidad

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad

Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

martes, 7 de junio de 2011

POR LA DEMOCRATIZACIÓN DE LOS MEDIOS: AMEDI

Intervención de la Lic. Aleida Calleja, presidenta de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información, durante el diálogo entre representantes del Congreso y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, el pasado jueves 28 de julio de 2011.


Para nosotros es un honor trabajar con el movimiento y con las víctimas.

Hemos de decir que una parte central de la defensa de los derechos de las víctimas, de la reconstrucción del tejido social, del impulso de los procesos de paz, de la posibilidad de tener la información como un recurso social, indispensable para que se escuchen las voces diversas y plurales, pasan necesariamente por una transformación del modelo mediático que actualmente tenemos en el país.

Si hablamos solamente de mecanismos de democracia participativa pero sin una democratización de los medios de comunicación nos estamos quedando a la mitad del camino.

En México el acceso a los medios y servicios de comunicación se encuentra sumamente limitado para la mayor parte de los grupos de la sociedad. Con ello se reduce de manera significativa la posibilidad de la participación ciudadana, la visibilidad de sus propuestas, pero sobre todo pone en riesgo la calidad de la democracia misma. Esa exclusión en los medios ha despojado a la sociedad de conocer los intereses, las necesidades y propuestas de quienes no han tenido la oportunidad de acceder en igualdad de condiciones al debate democrático.

El efecto de este fenómeno es similar al efecto que produce la censura, el silencio, acallamos voces críticas, acallamos voces para el descenso, acallamos pluralidad, acallamos víctimas, acallamos comunidades, acallamos grupos vulnerables.

La última reunión, la última visita oficial que hicieron los dos relatores de libertad de expresión, tanto de Naciones Unidas como de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pusieron un foco rojo importante en una recomendación al Estado mexicano, el modelo de medios tan concentrado en unas cuantas manos en el país está poniendo en muy serio riesgo el debate democrático.

No es posible arribar a una transformación de los procesos democráticos.

No es posible hacer la reconstrucción del tejido social si no pasamos por una reforma de los medios de comunicación.

Esto es una demanda añeja.

Esto no es algo nuevo.

No hay que inventar el hijo negro. Hay propuestas que han sido emanadas desde discusiones amplias de la sociedad civil y desde que se hizo la alternancia en el poder y esas discusiones se han hecho con los partidos políticos, con los legisladores, con el Ejecutivo.

Sin embargo, el influjo que tiene el poder mediático sobre el poder político, ha minimizado el poder social para realmente cambiar las leyes de radio y televisión, telecomunicaciones para democratizar a los medios de comunicación.

Las presiones del poder mediático han logrado doblegar al Congreso y al Ejecutivo para que año tras año posterguen una reforma integral en la materia.

Las propuestas están en el Congreso desde hace varios años. Está ahí una propuesta de una ley de telecomunicaciones y contenidos audiovisuales, está la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a los cambios en las leyes de Radio, Televisión y Telecomunicaciones, y el Congreso ha sido totalmente omiso a esa sentencia. Ha sido totalmente omiso al órgano de justicia más importante del país.

Hay iniciativas para garantizar el derecho de réplica.

Hay iniciativas para fortalecer a los medios públicos.

Hay iniciativas para reconocer a los medios comunitarios.

Hay iniciativas para reconocer el derecho de los pueblos indígenas para contar con sus propios medios de comunicación, como lo dice el artículo segundo constitucional y donde el Congreso también ha sido omiso.

Hay iniciativas para legislar sobre la comunicación gubernamental, para fortalecer medios públicos, medios comunitarios, alternativos, sociales, para democratizar la palabra, para darle voz y visibilidad a todos y cada uno de los sectores de esta población.

Quien no tiene acceso a canales de expresión, su derecho a la información y su libertad de expresión, son derechos enunciativos y de papel. Las propuestas están.

Una de las propuestas específicas de este Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad es la democratización de los medios de comunicación.

No escuchamos de un solo partido ninguna mención a este tema. No sabemos si porque no se quiere tocar este tema ni con el pétalo de una crítica, si hay voluntad de los partidos políticos, de las fuerzas que nos representan para hacer este cambio sustancial.

No lo decimos nosotros, la concentración de medios atenta contra la democracia. Así lo dice el artículo 12 de los principios de libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Quisiéramos saber una respuesta concreta del Congreso, de los partidos políticos ante esta omisión legislativa.

Muchas gracias.

lunes, 6 de junio de 2011

HOMO VIDENS. La sociedad teledirigida.

DE GIOVANNI SARTORI

En este libro, publicado en 1997, el conocido cientista político Giovanni Sartori, autor de importantes obras que constituyen clásicos en su especialidad, aborda el papel que están desempeñando los multimedios y la televisión en especial en el público, así como también las características de la opinión pública en las democracias representativas de hoy, fuertemente dirigidas por el mundo de las imágenes y de los sondeos de opinión.

A diferencia de otras obras teóricas del autor como “la Política” o “teoría de la democracia”, ésta es una reflexión de los tiempos aguda, crítica, pesimista, diríamos casi apocalíptica. Sin embargo, es un libro que cumple con el papel de alertar, de llamar la atención a todas aquellas personas involucradas en procesos educativos, tanto a nivel familiar como institucional respecto de la influencia de la televisión en el plano individual, político y cultural. De fácil y rápida lectura, no es por ello una obra superficial. Invita a reflexionar en el mundo que estamos viviendo y ayuda a darse cuenta de los eventuales peligros a que podrían llevarnos los multimedia y muy particularmente la televisión, cuando se erige como el único factor de socialización de la persona desde su niñez.


La tesis central de Sartori es que la televisión y el video (imagen) modifican radicalmente y empobrecen el aparato cognoscitivo del “homo sapiens”, a tal punto que anula su pensamiento y lo hace incapaz de articular ideas claras y diferentes, hasta llegar a fabricar lo que él denomina un “proletariado intelectual”, sin ninguna consistencia. La cultura audiovisual es inculta y por lo tanto, no es cultura, afirma Sartori. Del “homo sapiens”, producto de la cultura escrita, se ha pasado al “homo videns”, producto de la imagen. Es más, el autor afirma que la televisión en la época actual no sería solo un instrumento, sino que es una “paideia”, un medio que genera un nuevo “ántropos”, esto es, un nuevo tipo de ser humano. Nos parece tan radical esta afirmación, porque equivale a imaginarnos que el hombre está expuesto a un sólo tipo de influencia (la televisión) en el mundo moderno, dejando de lado otros factores de socialización. La formación de la opinión pública es un proceso complejo, dinámico en el cual intervienen elementos que entran y salen de un embudo o túnel de la causalidad, según lo explican los autores Miller, Stokes y Coverse. Lo fundamental es la motivación y el interés que presenten las personas por cualquier tema, no sólo el político. Recordemos que en “la teoría de la democracia” Sartori nos plantea que el mundo construido por Orwell es una pesadilla “pero no un imposible”, puesto que “el sistema totalitario unicentrico de fabricación de la opinión es ya una realidad plena”[1]... ¿Se trata pues de un individuo aislado que al actuar se transforma en una masa homogénea, con una mente empequeñecida que cae a veces en el conflicto? Al menos es a lo que apunta en el capítulo 3 de la obra titulado “la aldea global”. Estaríamos aún en plena vigencia de la sociedad de masas al modo como la describe Ortega y Gasset, en donde no caben los conceptos de personas unidas en grupo, en comunión con otras, compartiendo y debatiendo temas controvertidos que son de su interés. Se anula la noción de persona y de público y con ello, la posibilidad de existencia de una auténtica opinión pública.


Sartori arremete decididamente en contra de la televisión, ya que ella sería la primera escuela del niño, formado en la imagen y después, transformado en un hombre que no lee, cuya capacidad de abstracción y de entender se ha visto empobrecida. Esta afirmación nos parece particularmente grave, puesto que aunque Sartori no lo dice explícitamente, debemos reconocer que en la época actual hay dos instituciones socializadoras en crisis: la familia, como primera formadora de hábitos, valores y actitudes y la segunda en importancia cronológica: la educación, las que deben ir en estrecha consonancia al menos en los primeros años de formación de la persona. Nuestro país no parece tan alejado de esta situación, al conocer los resultados del último informe de la Organización para el Desarrollo y la Cooperación en el que se señala que el 80% de los chilenos entre 16 y 65 años no tiene nivel de lectura mínimo para funcionar en el mundo de hoy, porque no comprenden lo que leen[2].


Si la familia y la educación están en crisis y si la persona desde pequeña está expuesta a un solo factor de socialización, la solución pasa por mejorar los dos primeros elementos y la calidad de la televisión. Es necesario que entendamos que el problema de fondo no está en que los medios de comunicación o los otros elementos de socialización sean buenos o malos en si. En lo que se refiere a los medios de comunicación en particular, “el uso que la gente hace de ellos puede producir efectos positivo o negativos”... y ellos “no son fuerzas ciegas de la naturaleza fuera del control del hombre”. Es más, “la gente elige usar los medios de comunicación social con fines buenos o malos, de un modo bueno o malo”[3]. Se trata de opciones que el hombre hace. Nos parece que este es el punto central que Sartori no aborda al menos en este libro: una visión esperanzadora del hombre, que tiene siempre abierta la posibilidad de escoger el bien.


En esta obra Sartori se concentra solamente en los efectos cognoscitivos que la televisión produciría en el hombre. Se olvida que no basta la información para que exista una correcta opinión pública que sirva de contrapeso real a otros poderes de la sociedad. El “homo videns” sólo podría resurgir como una persona si a la dimensión cognoscitiva se le agrega la dimensión ética-formativa. No concebimos una opinión pública que no esté conformada por personas con una correcta información y conocimiento, sino también y lo que es más importante, con un reconocimiento de la Verdad, lo que le permitirá distinguir el error, la falsedad, despejar dudas e incertidumbres, evitar los estereotipos, la desinformación y opinar sobre aquello que es contingencia, objeto de opinión y no sobre aquello que no lo es: la Verdad. Si bien la ”doxa difiere del conocimiento científico, no por ello debemos relegarla como lo hiciera Platón al lugar de saber intermedio, sino que debemos elevarla, como lo hiciera Aristóteles, dotándola de una dimensión ética. Si bien Sartori aborda el tema de la Verdad en “la teoría de la democracia”, lo hace con un cierto escepticismo al referirse al problema de la autonomía de la opinión pública: ”en el fondo todo gira alrededor de la creencia valorativa en la verdad-en el valor de la verdad. Pero vivimos ahora en un mundo repleto de persuasores ideológicos para quienes la “causa” tiene prioridad sobre la verdad”[4].


Lo anterior podría encontrar explicación en la época en que el autor escribiera su libro, antes de la caída del muro de Berlín. Quizás ahora Sartori ha sustituido las ideologías por el poder total que le concede a la televisión, no ya como un mero instrumento, sino como un elemento que EN SI Y POR SI MISMO PROMUEVE E INSPIRA LOS CAMBIOS EN LA SOCIEDAD, al modo como se concebían los efectos de los medios en su primera fase, en la que se les atribuía un gran poder, fruto de la experiencia vivida en la segunda guerra mundial, en donde la opinión pública estaba totalmente manipulada y controlada por el estado. Lo cierto es que las democracias modernas son un tanto más complejas, vivimos lo que Robert Dahl denomina una “poliarquía”, esto es, han surgido una multiplicidad de actores que compiten entre si e influyen en la sociedad.


Coincidimos con Sartori cuando al abordar el tema de la formación de la opinión pública afirma que las opiniones son ciegas y débiles por la influencia de la televisión y de la sondeodependencia, para referirse al poder que han tomado las encuestas de opinión. Como se sabe, éstas son un mero instrumento empírico para medir opiniones en un momento dado, y constituyen meras probabilidades, tendencias o aproximaciones a la verdad, y por lo tanto, pueden equivocarse. Falta un mayor espíritu crítico en la sociedad para saber interpretarlas y sin duda, la televisión no ayuda mucho a ello.


Concretamente en lo que se refiere a la influencia de la televisión en la política, concordamos con el autor en el sentido que ella la personaliza, la hace más emotiva, “rompe el equilibrio entre pasión y racionalidad”, homogeniza y hasta promueve el conflicto. El resultado final es que el pueblo se debilita, no decide la solución de los temas.


A resolver, sino que se limita a elegir quién decidirá. Con mucha propiedad, Sartori advierte que a un incremento del “demopoder”, debería corresponder un incremento del “demosaber”. De otra forma, la democracia se convierte en un sistema de gobierno en que son los más incompetentes los que deciden.


El demos debilitado de Sartori lo está no sólo en su capacidad de entender, sino también en su pérdida del sentido de comunidad. La televisión crea una “multitud solitaria” y lo que nos espera es una “soledad electrónica”. Nuevamente se pierde la noción de persona y de público. Lo que prima en Sartori es esa visión pesimista de la multitud, presa de sus emociones, incapaz de pensar por si sola, expuesta a una sola influencia y determinada por ella, sin libertad. Si esto es así, la opinión pública no sólo como concepto, sino también como realidad se vería amenazada, y con ello la existencia de una verdadera democracia participativa. Estaríamos frente a lo que se podría denominar el ”totalitarismo de la imagen”.


En síntesis, si bien el autor llama la atención sobre algunos fenómenos que se están dando en la sociedad moderna en el nivel individual y de la sociedad, nos deja la sensación que el hombre ha perdido su libertad, porque se olvidó del ”logos” y puso énfasis en el instrumento o más bien dicho, está determinado por éste, lo que deja pocas esperanzas. Creemos que en este libro Sartori expone un pensamiento extremo, en el que se le atribuye un poder casi total a la televisión y al poder de la imagen. Ello es útil sin embargo, en la medida que nos lleva a reflexionar sobre el uso que el hombre pudiera estar haciendo de los medios de comunicación, en particular de la televisión. Sartori nos lleva a una pregunta fundamental: ¿es que el hombre ha perdido su libertad? O más bien dicho, ¿la ha entregado al instrumento creado por él? Nuestra visión es y debe ser siempre esperanzadora. El hombre debe ser cada día más persona y menos individuo aislado, servirse del progreso y de la tecnología como instrumentos del bien, sin erigirlos como dioses, ni olvidar que “está llamado a vivir en comunión con Dios a través de su prójimo”[5]; que los medios de comunicación son meros instrumentos que no sustituyen personas ni políticas, por lo tanto tienen un valor relativo y deben ser puestos al servicio del bien de la persona; que la opinión pública arranca del individuo libre y que para ello es esencial distinguirla de la Verdad, para ser verdaderamente “doxa” formada, con una dimensión ética; que debemos imperiosamente reforzar otros factores formadores de opinión pública que son relevantes: la familia y la educación. La primera, como formadora de hábitos, valores y creencias y como dice Rafael Alvira, como modelo para las sociedades intermedias y para la “res publica”; que la dimensión cognoscitiva no es la única ni quizás la más importante de la opinión pública. Lo que queremos decir es que ella no basta. A ella es preciso agregar su dimensión sicológica pero también la dimensión ética. La principal limitación del libro que estamos comentando radica en que se centra sólo en los efectos cognoscitivos que la televisión estaría provocando en las personas y en la política, olvidándose Sartori de los valores, condición indispensable para la formación de una recta opinión pública.
------------------------------------------------------------
[1] G. Sartori, “Teoría de la Democracia”, capítulo V, Ed. Rei, Buenos Aires, 1987.
[2] Diario El Mercurio, suplemento Artes y Letras, 2 de julio, 2000.
[3] “Etica en las comunicaciones sociales”. Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, en L’Osservatore Romano, 9 de junio, 2000.
[4] G. Sartori, obra citada.
[5] “Etica en las Comunicaciones Sociales”. Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales.

RESEÑA DEL LIBRO
Verónica Neghme Echeverría Directora Centro de Documentación
Universidad Gabriela Mistral


sábado, 4 de junio de 2011

MVS PERTENECE EN REALIDAD A CARLOS SLIM

Las caras ocultas del dinero en México

http://www.sdpnoticias.com/columnas/2012/08/16/las-caras-ocultas-del-dinero-en-mexico


JOSÉ LUIS CAMACHO ACEVEDO
@jlca007  jue 16 de agosto de 2012

El debate surgido a raíz del rescate operado por la SCT de la ya muy famosa banda 2.5 Ghz saca a la luz otro de los capítulos oscuros del manejo del gran dinero que se disputan los magnates mexicanos.

De manera coyuntural se ha iniciado una nueva investigación de la empresa Dish, aparentemente propiedad de Joaquín Vargas dueño de MVS y otros negocios muy rentables y de una empresa llamada EchoStar. Según la cara pública de Dish, MVS tiene un 60% del paquete accionario y el señor Charles Ergen, que representa a EchoStar el restante 40%.

Pero en este escenario aparece el nombre de Héctor Slim Seade, vinculado a Dish que capitanea en el papel José Luis Woodhouse. Y entonces las caras ocultas del dinero en México empiezan a hacerse pálidamente visibles.

Con todos los candados de seguridad puestos para tratar de no hacer evidente el dominio que tiene Carlos Slim Helú, el hombre más rico del mundo, sobre Dish y por ese atajo también sobre Joaquín Vargas y MVS, una poderosa empresa como es TELEVISA propiedad de Emilio Azcárraga Jean, se mueve para hacer público que su competidor en la TV por cable es Slim y no Vargas Guajardo.

Los investigadores financieros de TELEVISA han descubierto que en realidad TELMEX fondea a Dish México a través de un instrumento financiero como Teniver. En el plano del reparto accionario real de Dish México, Teniver tiene el 60% de los papeles y EchoStar y MVS el sobrante, es decir el 40%.

TELEVISA encontró más evidencias de que Carlos Slim Helú es el virtual dueño de Dish, y que tiene a MVS, con todo y las empresas de Joaquín Vargas, a tiro de piedra de varias ejecuciones financieras como ampliaciones de capital o ventajosas disoluciones.

Dish factura a sus clientes, que ya suman más de un millón (cifra estimada en mayo de 2012)  a través de los recibos TELMEX que capitanea Carlos Slim Domit, el costo del servicio. Del total pagado por los usuarios de Dish, el 25% se queda en la contabilidad de TELMEX y el restante se supone que va íntegro a Dish.

Pero, de acuerdo la información recabada por TELEVISA, la intermediaria de TELMEX, TENIVER, que tiene el 60% real de Dish, cobraría esa proporción del 75% que se supone gana la empresa que constituyen MVS y EchoStar.

O sea que Joaquín Vargas y su socio en Dish, Charles Ergen, reciben solamente un aproximado 32% de las utilidades.

Eso leído en buen romance, quiere decir que financieramente el papel de MVS en Dish estará siempre en un hilo dada su dependencia de un capital tan formidable como el de Carlos Slim Helú.

Las caras ocultas del dinero en México son muchas y de mayor envergadura que los millones de dólares que representa la banda 2.5 Ghz y que los especialistas todavía no se ponen de acuerdo en su valor real.

En un país lleno de desigualdades, esta danza millonaria en manos de una elite financiera y empresarial, es un detonante de una posible violencia social que solamente pudiera ser superada por la crueldad del crimen organizado.